El Gobierno de Francia ha presentado un proyecto de ley especial para garantizar la continuidad de los ingresos y gastos del Estado, ante la imposibilidad de aprobar el Presupuesto de 2026 dentro del plazo legal.
La iniciativa se adopta mientras el Ejecutivo mantiene negociaciones con la oposición, con enero como fecha límite para cerrar un acuerdo parlamentario.
La medida busca evitar un vacío presupuestario que comprometa el funcionamiento ordinario de la Administración y se plantea como una solución transitoria mientras continúan las conversaciones políticas.
Medida provisional del Ejecutivo
Maud Bregeon, la portavoz del Gobierno, calificó la ley como «un paliativo, un esparadrapo», subrayando su carácter estrictamente temporal. El objetivo es ganar margen de maniobra para desbloquear la negociación presupuestaria en el Parlamento.
El texto permitirá que el Estado siga operando con normalidad pese a la falta de nuevas cuentas públicas, evitando un bloqueo administrativo inmediato.
Objetivo de déficit y presión presidencial
Tras un Consejo de Ministros extraordinario, Bregeon señaló que Emmanuel Macron considera que esta solución no es satisfactoria y ha pedido acelerar la presentación de un nuevo proyecto presupuestario.
Macron ha instado a su equipo a plantear cuanto antes un Presupuesto estatal que contemple un déficit del 5% del PIB, en línea con los compromisos fiscales del país. El proyecto deberá someterse a debate y votación en un Parlamento donde el Ejecutivo cuenta con una mayoría muy ajustada.
Funcionamiento básico del Estado
El marco provisional garantiza la continuidad de servicios esenciales, como comisarías, centros educativos y administración pública, además del pago de salarios a los funcionarios. La ley actúa como una cobertura legal mínima para asegurar la operatividad del Estado mientras se define el marco presupuestario definitivo.
Sébastien Lecornu, el Gobierno del primer ministro, tenía de plazo hasta el 31 de diciembre para aprobar las cuentas de 2026, un objetivo que no se alcanzó por las divisiones en la Asamblea Nacional.
Durante las últimas jornadas, Lecornu mantuvo reuniones con distintos líderes políticos, excluyendo a la extrema derecha y a la izquierda radical, que rechazaron participar en las negociaciones.
Tensiones entre bloques políticos
Los socialistas han mostrado disposición a respaldar al Ejecutivo, aunque ese apoyo exige concesiones en materia social que generan fricciones con los conservadores.
Olivier Faure, líder socialista acusó a la derecha de «rechazar todo compromiso» y reclamó una mayor orientación social de las cuentas públicas. Las posiciones siguen alejadas, lo que complica un acuerdo rápido.
Advertencias económicas y marco europeo
Aunque algunos partidos aceptan una prórroga provisional de los presupuestos, persisten discrepancias profundas sobre el contenido de las nuevas cuentas. La derecha y sectores macronistas rechazan subidas de impuestos y defienden recortes de gasto para equilibrar las finanzas públicas.
Pierre Moscovici, el presidente del Tribunal de Cuentas, advirtió de la necesidad de reducir el déficit por debajo del 5% y cumplir los compromisos asumidos por Francia ante Bruselas.
