Los ingresos generados en Francia por el turismo extranjero alcanzaron los 21.400 millones de euros entre enero y abril, lo que supone un aumento del 8% respecto al mismo periodo de 2024, según datos del Ministerio francés de Turismo.
Entre los principales mercados emisores destacan los turistas alemanes (+25%), neerlandeses (+24%) y españoles (+15%), que impulsaron el crecimiento de la actividad.
De cara al verano, el Ejecutivo francés anticipa buenas perspectivas para la temporada alta, con un aumento del 4,7% en las llegadas aéreas entre junio y agosto.
En concreto, se esperan incrementos del 15% en visitantes procedentes de Dinamarca, Suecia y Australia, del 10% en Canadá y China, y del 3% en Estados Unidos.
Por el contrario, la evolución será estable en India, Corea del Sur y Brasil, mientras que se prevé una ralentización en Japón y un descenso en el turismo procedente de México.
En cuanto al alojamiento, las reservas de alquileres turísticos entre junio y agosto han crecido un 16% interanual, mientras que los campings han registrado un alza del 1,7%.
Este repunte se explica en parte por el tirón del turismo doméstico, favorecido por el efecto de los Juegos Olímpicos celebrados en 2024 en París.
Además, se ha observado una mejora en el negocio en las estaciones de esquí, con una tasa de ocupación seis puntos superior durante las vacaciones de Pascua respecto a 2024. También aumentaron los alquileres de temporada.
En cuanto a los hoteles, la ocupación general en el conjunto del territorio se mantuvo estable en la primera mitad del año, aunque en abril se registró un aumento de 2,5 puntos frente al mismo mes del ejercicio anterior.