Los principales mercados estadounidenses han reaccionado con alegría a la decisión de Donald Trump de contener los aranceles estipulados para el próximo 2 de abril.
Según han anticipado varios medios de Estados Unidos, dichos aranceles serán menos drásticos de lo que se anticipaba, cubriendo solo a 15 naciones con marcados desequilibrios comerciales frente a Estados Unidos. Además, finalmente, parece que no repercutirá en sectores relevantes, como el automotriz y el tecnológico, aliviando el nerviosismo de inversores y reforzando la evolución de los futuros del Dow Jones, entre varios otros indicadores.
Este anuncio desató una subida general en los futuros del S&P 500, Nasdaq y Dow Jones. Durante la noche del domingo, los futuros del Dow Jones ganaron 0,5%, situándose en 42.519 puntos. A la par, el S&P 500 incrementó 0,6%, llegando a 5.751 unidades, mientras que el Nasdaq remontó un 0,7%, posicionándose en 20.102,75 puntos.
Estos movimientos alcistas hacen evidente que los inversores han reaccionado de forma positiva a la suavización en la estrategia arancelaria de Trump.
De forma paralela, la Reserva Federal optó por no alterar las tasas de interés en esta semana, aguardando ciertos discursos que arrojen luz sobre el horizonte económico nacional. La elevada inflación dificulta la opción de recortar las tasas, mientras se espera el anuncio de algunos indicadores económicos clave como la confianza del consumidor o las peticiones de desempleo.
Cabe destacar que, tras nueve semanas de pérdidas, las acciones de Tesla registraron un alza del 3,6% en operaciones previas a la apertura, lo que indica la relación entre lo anunciado por el gobierno estadounidense, del que forma parte Musk, y el comportamiento inversor.
Los analistas han recapitulado los efectos sufridos por los índices estadounidenses desde que comenzó la «guerra» de los aranceles. Por ejemplo, S&P 500 padeció una corrección del 10% en un lapso de 22 días desde sus picos históricos, siendo una de las más veloces en 75 años.
Esta caída ha sido atribuida a «una fuerte desaceleración del crecimiento estadounidense, en gran medida debido a la incertidumbre arancelaria y a la presión sobre las acciones tecnológicas estadounidenses», según Goldman Sachs.
Con la proximidad del 2 de abril, fecha designada para la comunicación oficial de los aranceles recíprocos, el panorama continúa siendo incierto. Sin embargo, la perspectiva de que esos aranceles resulten menos estrictos de lo previsto ha impulsado una atmósfera de moderada calma en los mercados financieros, alimentando un cauto sentimiento optimista entre los inversionistas.
