El número de clientes del gas licuado del petróleo (GLP) por canalización descendió en 2024 hasta los 408.320 usuarios, lo que supone una pérdida de 9.825 clientes en un año. Así lo refleja el balance publicado este jueves por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Este tipo de suministro, alternativo en zonas rurales o alejadas de la red de gas natural, ha perdido cerca de 200.000 usuarios desde 2010, año en el que contaba con más de 599.000 contratos activos.
La principal causa es la transformación progresiva de redes hacia gas natural, un proceso que se ralentizó con la pandemia y la posterior crisis energética.
Las comunidades con mayor consumo de GLP fueron Cataluña (16%), Madrid (14%) y Galicia (11%), mientras que el descenso más acusado se dio en Canarias (-56,3%) y Extremadura (-31,6%), esta última debido a la conversión de redes.
Entre los principales distribuidores destacan Nedgia (170.279 clientes), Redexis (115.133) y Nortegás (89.079). En total, el consumo alcanzó los 2.074 GWh, lo que representa un aumento del 1,3% interanual, a pesar de la caída en el número de usuarios.
El GLP por canalización no está liberalizado y su tarifa, de carácter regulado, se actualiza mensualmente en función de las cotizaciones internacionales del butano y el propano.
Según cálculos de la CNMC, un consumidor doméstico con una demanda anual de 2.500 kWh habría pagado 185,56 euros/año, frente a los 167,02 euros que pagaría por gas natural. Para consumos más elevados, de 9.000 kWh/año, el gasto se elevaría hasta 618,41 euros en GLP, frente a 518,99 euros en el caso del gas natural.
