Tras una semana de fuertes tensiones en los mercados financieros, el Gobierno argentino ratificó su programa económico y aseguró que mantendrá el esquema cambiario acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el Ejecutivo confía plenamente en el rumbo adoptado y que no habrá cambios en la estrategia.
En septiembre, la presión de los inversores ha impulsado una mayor demanda de dólares y la venta de activos argentinos, provocando un desplome de los mercados. El índice S&P Merval acumula una caída del 14,6%, mientras que los bonos soberanos en dólares retroceden entre un 20,6% y un 29,6%. El riesgo país se disparó un 73% en lo que va del mes.
El peso argentino también se ha visto afectado, con una depreciación del 9% frente al dólar. Para frenar la escalada, el Banco Central intervino con ventas de 432 millones de dólares, defendiendo el límite superior de la banda cambiaria establecida en abril tras el acuerdo con el FMI. «Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda», aseguró Caputo.
Pese a la caída de las reservas, el ministro sostuvo que Argentina cuenta con los fondos necesarios para afrontar los próximos compromisos financieros. Confirmó que el país podrá pagar los vencimientos de enero de 2026, por unos 4.500 millones de dólares, y que ya trabaja en garantizar el cumplimiento de los pagos previstos para julio de 2026.
Con la incertidumbre política y económica en aumento, el Gobierno busca dar señales de estabilidad y confianza a los mercados, en un escenario marcado por la volatilidad y la fragilidad de las reservas internacionales.