El Gobierno groenlandés ha autorizado un proyecto estratégico con apoyo de la UE para extraer molibdeno, un metal clave en defensa y energías renovables. La mina estará operativa hasta 2058 y podría cubrir el 25% de la demanda anual europea.
La firma canadiense Greenland Resources ha obtenido el permiso de extracción en la mina de Piiaaffik, al este de Groenlandia. El proyecto cuenta con contratos firmados con empresas europeas y representa una de las apuestas más ambiciosas para reforzar la autonomía estratégica de la UE en materias primas críticas.
China domina el 50% de la producción mundial de molibdeno, pero sus recientes restricciones a la exportación han impulsado la búsqueda de fuentes alternativas.
El molibdeno es esencial en la fabricación de equipamiento militar y aerogeneradores. Además, la explotación incluirá magnesio como subproducto, relevante para los sectores aeroespacial y automovilístico.
Las autoridades groenlandesas han condicionado la aprobación final a la entrega de informes medioambientales, que deberán pasar por audiencia pública. La compañía tiene como límite el 31 de diciembre de 2028 para comenzar las actividades mineras.
La UE ha identificado Groenlandia como un punto geoestratégico en la transición verde. En esta isla ártica —con el 80% del territorio permanentemente cubierto de hielo y una población de apenas 56.000 personas— se concentran 25 de las 34 materias primas consideradas esenciales para el bloque.
En los últimos meses, Groenlandia ha ganado protagonismo internacional después de que el expresidente estadounidense Donald Trump expresara su interés por adquirirla, incluso sugiriendo el uso de la fuerza.
Tanto las autoridades danesas como groenlandesas rechazaron ese planteamiento y han reiterado su disposición a reforzar la cooperación en defensa y economía, con la minería como uno de los sectores prioritarios.