Recientemente han recibido otro golpe por los rumores de que el partido del presidente electo Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), Morena, planea limitar las comisiones de los bancos y que Canadá va a intentar imponer nuevos cambios al texto del próximo acuerdo con Estados Unidos y México.
A finales del pasado año y principios de este, el mercado empezó a sentir temor ante la perspectiva de un cambio del régimen establecido (y más liberal), por la propuesta más de izquierdas de AMLO.
A medida que las encuestas se inclinaban a favor de este candidato, la angustia del mercado aumentó y las valoraciones se ampliaron.
Posteriormente, la situación se dio la vuelta de alguna manera después de que el mercado comenzara a sentir cierta tranquilidad que venía alentada por varios motivos:
1. Un tono más ortodoxo en la comunicación de la campana electoral de AMLO.
2. Estilo de la gestión de AMLO y su mandato al frente de la alcaldía de México, en la que su principal objetivo era reducir la corrupción y la violencia.
Los mercados, entonces, comenzaron a arropar al candidato, en un entorno en el que las negociaciones del tratado USMCA (anterior NAFTA) brindaban un respiro en el mes electoral de julio y un período de luna de miel a fines del verano y a principios de otoño. Recientemente, el nuevo presidente electo ha sacudido la confianza del mercado en el marco institucional del país, así como su estilo de liderazgo, al cancelar el proyecto de aeropuerto de muy alto nivel en Ciudad de México de una forma muy controvertida. Como resultado, los precios de los activos han vuelto a caer de nuevo.
Ahora estamos en modo de “esperar y ver”, ya que el presidente asumirá su cargo el mes próximo para ver cómo gobierna AMLO una vez que tenga el poder de forma efectiva.
En este contexto, nosotros actuamos en contra del mercado (en línea con nuestro estilo). Solemos construir posiciones cuando el mercado está temeroso y las reducimos cuando está en ebullición. En esta línea añadimos a finales del año pasado cuando el mercado subía y volvimos a la neutralidad en el rally de primavera. De nuevo volvimos a añadir posiciones durante la debilidad provocada por las tensiones de las negociaciones del NAFTA (principalmente añadimos Pemex, la petrolera Mexicana, además de una posición básica de largo plazo en la deuda pública “Centenaria” denominada en libras esterlinas / euros).
Últimamente estamos poco impresionados con el comportamiento de AMLO. Por eso hemos procedido a implementar la versión del inversor de poner a México en “el rincón de castigo” reduciendo posiciones, incluso vendiendo con una reducción del precio. Principalmente hemos disminuido la posición en Pemex, ya que los bonos denominados en euros se han comportado mejor que el mercado en las primeras fases de la corrección. Además, percibimos que es posible que Moodys recorte la calificación crediticia de Pemex por debajo del grado de inversión, lo que típicamente fuerza algunas ventas.
No obstante, un reciente análisis de UBS indica que México es uno de los grandes ganadores de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, algo que en realidad suena plausible.
En estos momentos estamos en una fase en la que la reciente caída ha hecho que los bonos mexicanos estén muy baratos. Por eso ya hemos dejado de reducir y retenemos la posición de sobreponderar. Después de todo, México sigue siendo uno de nuestros hijos favoritos.
Luc D’hooge, Head of Emerging Markets Fixed Income
2018-11-16 08:47:20