¿Imaginas reservar una habitación con las mismas certezas que comprar un gadget online? Eso es lo que propone Hotelverse, la startup mallorquina que está dando un vuelco al proceso de reserva en hoteles.
Su fórmula: gemelos digitales en 3D que permiten visitar el establecimiento virtualmente antes de hacer clic en «reservar».
El objetivo es claro: desintermediar las ventas y devolver a los hoteles el control sobre sus reservas, evitando las comisiones que dejan en manos de plataformas como Booking o Expedia hasta un 40% de sus beneficios.
«Los hoteles se han convertido en el actor menos relevante para el usuario durante la compra online», explica Fermín Carmona, CEO y cofundador junto a Rafael Bover.
La plataforma detecta un momento clave: aunque los viajeros comparen precios en buscadores, todos acaban visitando la web del hotel para confirmar detalles. Es ahí donde entra Hotelverse.
Su tecnología engancha al cliente con una experiencia inmersiva y lo induce a reservar directamente en la página oficial, reduciendo costes para el operador.
La magia está en el gemelo digital. Desde la web del hotel puedes pasear por los restaurantes, explorar zonas comunes y, sobre todo, entrar a cada habitación como si estuvieras allí.
¿Quieres saber si la habitación 1624 tiene vistas a la piscina o si será ruidosa? Lo ves antes de pagar. Esto convierte una compra «a granel» en una elección hiperpersonalizada: altura, orientación, vistas, e incluso la distancia a la zona de juegos.
El impacto es tangible. Los hoteles que integran Hotelverse aumentan un 30% las ventas en habitaciones premium, porque el cliente percibe mejor el valor real de lo que está contratando.
Y todo funciona a través de una estructura API: no transaccionan por ti, sino que conectan con el sistema del hotel para que la venta siga siendo directa.
En solo tres años, la compañía ha creado más de 50 gemelos digitales, incluidos los de Iberostar durante la fase piloto. Ya trabajan con grupos como Palladium, Grupo Presidente o Radisson, y su objetivo para este año es superar los 1.500 hoteles en todo el mundo.
Su plan a medio plazo es aún más ambicioso: escalar hasta 5.000 hoteles en tres años y dar el salto al B2C.
La urgencia es clara. «Es un proyecto de velocidad», apunta Carmona. Ser los primeros en el mundo les da ventaja, pero deben crecer antes de que llegue la competencia.
Para soportar la demanda, han industrializado el proceso de creación de gemelos digitales, pudiendo replicar hoteles sin desplazarse físicamente.
Aunque parece una historia de éxito repentino, Hotelverse nació como un proyecto interno en Iberostar.
Carmona y Bover eran empleados del grupo cuando surgió la idea: tras quedar fascinados con una habitación concreta en un viaje de trabajo, pensaron que sería genial poder reservar exactamente esa, no solo una categoría genérica. Iberostar creyó en la idea, incubó el proyecto y hoy conserva un 10% de la startup.
Desde su lanzamiento en 2022, Hotelverse ha cerrado varias rondas de financiación —la primera por un millón de euros— y se prepara para una nueva fase de inversión.
La compañía ya cuenta con 40 empleados distribuidos entre Palma, Madrid, Londres y México, consolidando una presencia internacional que no deja de crecer.
Lo que comenzó como un comentario casual en un viaje de trabajo se ha convertido en una herramienta que redefine la experiencia hotelera, conectando al viajero con el espacio exacto que desea y permitiendo a los hoteles recuperar protagonismo en su propia distribución.
Porque ahora, reservar una habitación ya no es un acto de fe: es casi como haber estado allí antes.