Muhammad Ibrahim, candidato de Guyana a la presidencia del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), afirmó que el uso de nuevas tecnologías permitiría reducir las brechas de productividad en el cultivo del café, especialmente entre pequeños productores.
Así lo expresó durante una intervención en San Salvador, según informó su equipo.
Durante el acto de inauguración del XXVI Simposio Latinoamericano de Caficultura, celebrado en El Salvador, el aspirante explicó que «la incorporación tecnológica es decisiva para aumentar la productividad y requiere apoyo de políticas públicas adaptadas a los pequeños agricultores».
El café sigue siendo uno de los principales productos agrícolas de exportación en América Latina y el Caribe, además de una fuente clave de empleo rural. Según datos del Centro de Comercio Internacional, en 2024 la región exportó café por 19.847 millones de dólares, frente a un volumen global de 51.499 millones.
Ibrahim señaló que tanto el IICA como otras organizaciones están generando datos e indicadores sobre las prácticas regenerativas, que consideró parte de la respuesta a los retos de sostenibilidad del sector cafetalero.
Subrayó además su impacto positivo en el secuestro de carbono y en el arraigo de las comunidades rurales, lo que ayudaría a frenar los procesos migratorios.
A su juicio, los pequeños productores necesitan un marco de apoyo público diferenciado, con incentivos orientados a mejorar la sostenibilidad, los ingresos y la calidad de vida en las zonas rurales.
Entre los principales obstáculos para el sector, Ibrahim citó la variabilidad climática, las fluctuaciones de precios, el aumento del coste de los insumos y las barreras comerciales.