La Justicia austríaca ha condenado a Iglo Austria por reducir la cantidad de producto en su ‘Salmón Atlántico’ de 250 a 220 gramos sin advertir de forma clara al consumidor. El caso se convierte en la primera sentencia firme contra la reduflación en Austria, según informó la Asociación Austriaca de Protección al Consumidor (VKI).
La demanda, presentada en nombre del Ministerio de Asuntos Sociales, alegaba que la compañía había modificado el peso en el envase pero sin comunicar de manera visible la reducción, lo que llevó a los consumidores a pagar lo mismo por menos cantidad.
El Tribunal Superior Regional de Viena, en segunda y definitiva instancia, concluyó que la práctica era engañosa: «El consumidor medio asume que, por el precio ya conocido y sin modificar el envase, recibirá un producto con el mismo volumen», recogió la sentencia.
Petra Leupold, asesora jurídica de la VKI, afirmó que «esta es la primera sentencia legalmente vinculante sobre la admisibilidad de las prácticas de shrinkflation en el derecho de la competencia en Austria, con un efecto de advertencia para todo el mercado».
Añadió que la resolución «envía una señal contundente contra las prácticas anticompetitivas que ocultan los aumentos de precios y engañan sistemáticamente a los consumidores».
Iglo Austria, con sede en Viena y perteneciente al consorcio británico Iglo Group, parte del grupo Nomad Foods, señaló que había recuperado el formato original de 250 gramos antes incluso de conocerse el fallo. La empresa explicó que la reducción temporal se debió al encarecimiento de las materias primas y subrayó que «la transparencia hacia los consumidores es una prioridad».