Las empresas exportadoras españolas afrontan con preocupación la entrada en vigor de los nuevos aranceles del 15% que Estados Unidos aplicará a los productos procedentes de la Unión Europea.
La medida, acordada a finales de julio entre Donald Trump y Ursula von der Leyen, afecta especialmente a los sectores agroalimentario, industrial, energético y químico.
Aunque el pacto excluye algunos productos estratégicos, la amenaza de elevar el gravamen al 35% si Europa no cumple con la inyección de 600.000 millones de dólares a la economía estadounidense ha reactivado la incertidumbre en las empresas exportadoras.
Fin de la incertidumbre
Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores, considera que el acuerdo «podía ser mejor», aunque reconoce que están «relativamente satisfechos». Según explica, evita una guerra comercial «con consecuencias impredecibles y malísimas».
Bonet también señala que el pacto «reduce sustancialmente la incertidumbre», algo clave para las empresas que necesitan previsibilidad para operar y planificar inversiones. De cara al futuro, propone retomar las conversaciones para una zona de libre comercio transatlántica.
La Cámara de Comercio estima que el nuevo arancel podría provocar una caída del 10,1% en las exportaciones españolas a Estados Unidos, lo que supondría 1.841 millones de euros menos al año.
No obstante, advierte que el impacto final dependerá de la evolución política y comercial. En el escenario más negativo, las exportaciones podrían reducirse hasta un 13,1%, es decir, 2.375 millones de euros. En el mejor de los casos, la caída sería del 7,2% (unos 1.307 millones).
Pese a estas cifras, la Cámara recuerda que las ventas a EE.UU. solo representan el 4,7% del total exportado por España, aunque reconoce que el golpe puede ser severo en sectores concretos como bienes de equipo, semimanufacturas y productos agroalimentarios.
Sectores más afectados
Los aranceles afectarán de forma desigual, pero el agroalimentario es uno de los más golpeados, según un informe de Impulsa Empresa (Banco Santander). Entre los productos señalados destacan:
- Aceite de oliva
- Vino
- Jamón serrano
- Aceitunas negras
Estos artículos, claves para la balanza exportadora, ven ahora comprometida su competitividad frente a los productores estadounidenses.
También el sector industrial se ve impactado, con aranceles sobre maquinaria, componentes eléctricos y bienes de equipo. Empresas de País Vasco, Navarra y Cataluña ya han notado una reducción de pedidos o cancelaciones debido a la inestabilidad regulatoria.
En el ámbito energético, el biodiésel refinado español pierde margen frente a la producción estadounidense, que cuenta con incentivos fiscales y medioambientales.
En cuanto al sector químico, ya se están aplicando restricciones más estrictas a productos como principios activos farmacéuticos, cosméticos de base vegetal y fertilizantes técnicos, tanto en lo arancelario como en lo normativo.