"Estamos preocupados por lo que puede pasar en el futuro en términos de nuevas inversiones que queramos hacer", señaló su consejero delegado para Reino Unido, Juergen Maier, si bien recalcó el compromiso del gigante alemán con el mercado británico.
Así Maier reconoció que no pueden esperar a que se invoque el articulo 50, para así reunirse lo más pronto posible y poner un plan en marcha para el futuro de los principales productos de Siemens en Reino Unido, como son la fabricación y la exportación de escáneres para resonancias magnéticas y turbinas de gas.
Turbinas eólicas en Hull
Todo apunta a que los planes para hacer palas de turbinas eólicas en su planta de Hull, en el noreste de Inglaterra, están de momento en el aire hasta que no se resuelva la negociación de Londres con Bruselas. Así, surgen dudas sobre el futuro de los 1.000 empleados en esta fábrica. La gran sorpresa llegó cuando sus ciudadanos votaron por una abrumadora mayoría a favor del Brexit el pasado jueves.
Maier reconoció que para poner en marcha esa producción tienen que "entender cómo serán las relaciones para la exportación con los países de la Unión Europea". Sin embargo, cree que ahora es pronto y predijo como el escenario final podría ser con comercio libre de aranceles con otros países, pero "no lo sabemos, todo eso tiene que ser renegociado".
La decisión de invertir en Hull, en la provincia de Yorkshire, fue tomada por Siemens en marzo de 2014, cuando anunció oficialmente una inversión de 310 millones de libras para el proyecto, unos 376 millones de euros. Este anuncio representó un importante impulso en el esfuerzo del Reino Unido para mantenerse a la vanguardia del mercado de la energía eólica marina a nivel mundial.
Preocupación de otros inversores
La decisión de Siemens no es única entre los inversores, que prefieren esperar a conocer todos los detalles de las negociones que aclaren el escenario post Brexit. Así, un portavoz de Dong Energy, el mayor inversor de energía eólica marina en Reino Unido, señaló como van a esperar a tener "claridad sobre las implicaciones que tendrá el votos a favor de salir de la UE", si bien dejó claro que la política energética del Reino Unido no depende de la adhesión al bloque común.
También existe la preocupación por el objetivo de alcanzar un 27% de energías renovables por toda Europa para el año 2030 es ahora demasiado ambicioso. En ese sentido, Reino unido atrajo el año pasado la inversión de 26.000 millones de euros, alrededor de la mitad de la inversión de energía eólica todo el continente.
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