El Instituto alemán IFO ve riesgo real de colapso económico global

Clemens Fuest, director del IFO, advierte del peligro de una crisis mundial si el proteccionismo se extiende desde EE. UU. a China y Europa.
Clemens Fuest, director del IFO Clemens Fuest, director del IFO
Clemens Fuest, director del IFO

Clemens Fuest, el director del instituto de estudios económicos IFO de Múnich, ha levantado la voz sobre la posibilidad de que se avecine una nueva crisis económica a nivel mundial, impulsada por la guerra comercial que desató el presidente de EE. UU., Donald Trump. En una charla con el diario «Süddeutsche Zeitung», Fuest destacó: «Lamentablemente es algo que no se puede descartar. Los EE. UU. solos no precipitarán a la economía mundial en la crisis, pero si el proteccionismo se expande rápidamente en China y en Europa, habrá un gran peligro. Si todos marchan en la dirección equivocada, puede llegar una gran crisis».

Este economista subraya que la pausa temporal de los aranceles impuestos por Trump no elimina el peligro latente. Recomienda a la Unión Europea que evite el avance del proteccionismo mediante diálogos abiertos con China, México, Japón y Canadá. Fuest enfatiza: «Los estadounidenses están destruyendo su reputación como socios fiables. Eso es muy peligroso, porque EE. UU. sigue siendo la primera potencia económica del mundo».

Fuest advierte que el descenso en la demanda de títulos de deuda de EE. UU. pudo haber llevado a Trump a modificar su enfoque en la guerra comercial. Esto pone de relieve que el poder político está limitado por las fuerzas del mercado financiero. Según él, «cuando los gobiernos se comportan de manera errática y destructiva, se les quita el dinero y la confianza. Los mercados financieros son muy rápidos. Cuando colapsa la confianza, todo inversor sabe que debe ser el primero en salir. De este modo, pueden desatarse dinámicas peligrosas con consecuencias impredecibles».

El director del IFO sugiere que, antes de que ocurra un colapso, la Reserva Federal podría entrar en acción comprando deuda soberana, lo que podría provocar una notable caída del dólar. Además, Fuest resalta que «lo que ocurre ahora es una señal de alarma para los estadounidenses y para la arquitectura financiera del mundo entero. Dos tercios del capital bursátil mundial están en los mercados de EE. UU.; el dólar es la moneda de referencia en el mundo. Si eso se hunde, tendría consecuencias incalculables».

En el contexto de la guerra comercial entre EE. UU. y China, Europa podría tener la oportunidad de ejercer presión sobre EE. UU. inclinándose hacia China. Según Fuest, «en medio del conflicto, Europa puede ejercer cierta presión sobre EE. UU. en la medida en que se incline más hacia China». También resalta que el tamaño y atractivo del mercado europeo son cuestiones que Trump conoce: «eso es algo que también sabe Trump».

Ante la pregunta sobre las motivaciones económicas de Trump, Fuest responde: «La respuesta corta es no. Es sorprendente que alguien pueda hacer tanto daño en su propio país en tan poco tiempo, cuando debería estar mejor informado». Fuest describe las acciones de Trump como parte de un «esquema populista clásico», donde se busca culpables en factores externos.

Fuest concluye que este esquema populista utiliza a inmigrantes, comercio internacional y mercados financieros como chivos expiatorios, ofreciendo «soluciones simplistas que agravan las cosas». Esta crítica resalta el riesgo inherente de las políticas proteccionistas en el contexto global actual.

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