Robot de cocina de Moley Robotics Robot de cocina de Moley Robotics

Inteligencia artificial en la cocina: apps, robots chefs y recetas personalizadas que ya son realidad

Recetas por foto, menús a medida y robots que cocinan solos marcan la presencia de la IA en la cocina.
Robot de cocina de Moley Robotics :: Moley Robotics

La inteligencia artificial ya no vive solo en chats o pantallas. Ahora entra en la cocina para decidir qué comer, cómo prepararlo e incluso cocinarlo por nosotros. De las apps que sugieren recetas en segundos a los robots que remueven salsas con precisión quirúrgica, el cambio ya está en marcha.

Las apps inteligentes son la puerta de entrada más sencilla. Con «CookAI», basta escribir los ingredientes que tienes o incluso sacarles una foto para recibir recetas adaptadas a tu tiempo, nivel y dieta.

Otra alternativa, «CookingAI», también en Android, prioriza reducir el desperdicio y planificar menús semanales. Son como tener un mini chef digital en el bolsillo, ideal para quien improvisa cenas con lo que queda en la nevera.

El siguiente nivel lo dan los robots de cocina autónomos. La británica Moley Robotics ha creado una cocina robótica equipada con brazos articulados que replican cada paso de chefs profesionales.

PUBLICIDAD

Puede ejecutar más de 5.000 recetas y hasta limpiar después, pero su precio ronda los 40.000 libras. Es decir, más para hoteles o restaurantes que para un piso compartido.

La IA también se cuela en la alta cocina creativa. Restaurantes experimentan con algoritmos que combinan tendencias, sabores culturales y análisis sensorial para inventar platos nuevos.

Y ya hay proyectos como ARChef, que une realidad aumentada con el modelo Gemini de Google para guiarte paso a paso con indicaciones superpuestas en la pantalla del móvil, calculando incluso valores nutricionales en tiempo real.

En las cocinas profesionales la tendencia es todavía más disruptiva. Empresas como Botinkit ya despliegan robots que cocinan y lavan, reduciendo hasta un 30 % los costes laborales y un 10% el desperdicio.

Su promesa es clara: más eficiencia y menos errores humanos, aunque el debate sobre el empleo en hostelería apenas empieza.

¿Y por qué usar IA para cocinar? La lista de ventajas es larga: ahorrar tiempo, reducir desperdicio, adaptar menús para alergias o dietas y mantener un sabor constante.

El problema es que también abre dilemas. ¿Puede un robot sustituir la creatividad y el toque emocional de un cocinero? ¿Estamos listos para delegar algo tan cultural y humano como la comida?

Lo cierto es que no hablamos de un futuro lejano. Cualquiera puede probar ya estas soluciones. CookAI ofrece planes desde nueve dólares al mes y una experiencia tan simple como fotografiar lo que tienes en casa.

Para los más techies, ver un brazo robótico emplatando pasta al dente es un espectáculo en sí mismo.

La cocina conectada avanza al ritmo de las startups. Hoy es un asistente de recetas. Mañana podría ser quien diseñe nuevas tradiciones culinarias. Porque la IA no solo cocina: aprende, combina y redefine lo que ponemos en el plato.

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

PUBLICIDAD