Abengoa ha conseguido un balón de oxígeno a corto plazo, al lograr arrancar de la banca acreedora una línea de liquidez para continuar con su actividad. De esta manera, la compañía andaluza podrá pagar las nóminas de diciembre y el pago a algunos proveedores.
A cambio del préstamo, en el que participará el ICO junto a Banco Santander, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Banco Popular, HSBC y Calyon; la compañía presentará su participación en Abengoa Yield como garantía. Finalmente, el organismo público con 9 millones, en lugar de los 20 millones que se barajaba.
Con esta decisión, la empresa todavía no está salvada. Las negociaciones entre la empresa y banca se prolongarán hasta después de Navidades. Abengoa puso sobre la mesa la necesidad de 450 millones durante el periodo de preconcurso. La compañía se ha comprometido a presentar un plan de reestructuración a comienzo de año.
Abengoa propondrá elevar las desinversiones hasta los 3.000 millones, entre los que se incluirá las filiales Yieldco, Bioenergía y Water, todos los negocios que no tengan nada que ver con la ingeniería.
También se baraja un duro ajuste de platilla dentro de un plan de ajuste de costes del 40%. Queda por saber que quita sobre la deuda presentará la empresa a la banca, que será clave para rescatar a la compañía del concurso de acreedores.
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