El Gobierno japonés ha rebajado su evaluación de la economía nacional correspondiente a mayo, al advertir de un «empeoramiento» en las condiciones empresariales, término que no utilizaba desde julio de 2020.
El índice de la Oficina del Gabinete, que recoge la situación económica mensual, bajó 0,1 puntos hasta los 115,9, lo que marca su primer retroceso en dos meses. Según el Gobierno, el descenso refleja un entorno empresarial más débil y una caída del volumen de exportaciones.
Uno de los factores clave ha sido la reducción de ventas a Estados Unidos, atribuida a la política comercial de la Administración Trump. En concreto, el índice de volumen de exportación cayó 0,2 puntos, hasta 102, según la misma fuente.
Aunque las autoridades no han vinculado directamente este descenso con los nuevos aranceles, sí reconocen que la subida del 10% ya está afectando al comercio, y podría empeorar si se suma el arancel del 14% previsto para el 9 de julio.
En paralelo, las negociaciones comerciales entre Tokio y Washington continúan bloqueadas. Mientras EE. UU. reclama una mayor apertura del mercado japonés a productos agrícolas y vehículos estadounidenses, Japón insiste en quedar excluido de los aranceles que penalizan sus principales sectores exportadores.
El país asiático ya ha advertido que las nuevas medidas podrían afectar de forma directa al 30% de sus exportaciones a Estados Unidos, especialmente en el sector del automóvil, una de sus principales fuentes de ingreso exterior.