Kraft Heinz explora dividirse en dos compañías cotizadas para impulsar su crecimiento y especialización. La multinacional estadounidense de alimentación quiere separar su división de comidas refrigeradas de la de productos de consumo masivo, según ha adelantado el Wall Street Journal.
La operación busca optimizar el rendimiento de ambas líneas de negocio, cada vez más divergentes. Por un lado, los productos refrigerados requieren una logística distinta, con mayores exigencias en distribución.
Por otro, las marcas tradicionales como Heinz, Kraft o Philadelphia operan en canales más estables. La separación permitiría a cada unidad definir sus prioridades estratégicas sin interferencias internas.
Los inversores han recibido la noticia con entusiasmo: las acciones de Kraft Heinz subieron más de un 2% tras conocerse el plan. Algunos analistas creen que la escisión permitirá liberar valor oculto en la compañía, en línea con movimientos similares realizados por empresas como Kellogg’s, Johnson & Johnson o GE.
La tendencia de separar negocios para focalizar recursos está ganando fuerza entre grandes cotizadas.
Aunque Kraft Heinz ya ha contratado asesores para evaluar la viabilidad, la decisión final no está tomada. Fuentes cercanas al proceso señalan que la operación podría anunciarse oficialmente en los próximos meses, si el análisis financiero y estratégico resulta favorable. En caso afirmativo, ambas nuevas entidades cotizarían en bolsa por separado.
Kraft Heinz, surgida en 2015 de la fusión de Heinz y Kraft Foods, ha vivido años de ajustes estructurales y presión competitiva. Esta división marcaría una nueva etapa, apostando por una estructura más ágil y centrada en el cliente. La transformación podría también derivar en nuevas adquisiciones o asociaciones para cada unidad independiente.