La demanda global de petróleo registrará en 2025 su menor aumento desde 2009, excluyendo el año de la pandemia, según el informe mensual publicado este viernes por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La AIE prevé un crecimiento de solo 700.000 barriles diarios (b/d) este año, lo que contrasta con el ritmo de trimestres anteriores. En el primer trimestre, la demanda subió en 1,1 millones de barriles diarios (mb/d), pero cayó a 550.000 b/d en el segundo trimestre debido, principalmente, al bajo dinamismo de las economías emergentes.
El informe señala que, «aunque puede ser prematuro atribuir este menor crecimiento» a los aranceles comerciales de EE. UU., las mayores caídas en la demanda se han dado en China, Corea del Sur y Japón, países más afectados por esas medidas.
De cara a 2026, las previsiones son similares, con un aumento estimado de 720.000 b/d, hasta alcanzar un consumo global de 104,4 mb/d.
En paralelo, la oferta mundial de petróleo sigue creciendo. En junio, la producción se incrementó en 950.000 b/d, alcanzando los 105,6 mb/d, impulsada por Arabia Saudí, que aumentó su producción en 700.000 b/d tras los ajustes de la política de recortes de la OPEP+.
En comparación interanual, la producción mundial subió en 2,9 mb/d, de los que 1,9 mb/d proceden de los países de la OPEP+.
Este desequilibrio entre oferta y demanda ha llevado a un aumento de las reservas globales en 1,74 mb/d durante el segundo trimestre. China, por ejemplo, ha aprovechado la coyuntura para comprar más crudo y reforzar su seguridad energética.
En cuanto a precios, el informe señala que el mercado sigue siendo volátil, con picos como el provocado por el breve conflicto entre Israel e Irán, que llevó al Brent por encima de los 80 dólares. Sin embargo, al cierre del informe, el Brent cotizaba a 72 dólares, 15 menos que hace un año, aunque con signos de subida en los futuros.
Por último, la AIE apunta que la economía estadounidense sigue mostrando solidez, pese a una leve debilidad en el empleo y consumo interno.