La Asociación Española de Banca (AEB) y la CECA, que agrupa a las entidades procedentes de las antiguas cajas de ahorro, han advertido que la introducción de impuestos extraordinarios sobre los beneficios bancarios podría generar efectos negativos para la estabilidad financiera.
Así lo han manifestado en el marco de la IV Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en Sevilla.
En un comunicado conjunto, ambas asociaciones recuerdan que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han alertado de que estos tributos pueden reducir la capacidad de financiación de hogares y empresas y comprometer la resiliencia bancaria ante futuros shocks económicos.
Además, han señalado que los impuestos diseñados de forma puntual y con escasa previsibilidad generan asimetrías regulatorias y fiscales que afectan al conjunto de la economía. Esta falta de seguridad jurídica puede disuadir la inversión extranjera directa en los países que los aplican.
La AEB y la CECA defienden la necesidad de establecer un marco normativo internacional, coherente y estandarizado, que evite la fragmentación y permita canalizar financiación privada hacia infraestructuras.
En línea con las recomendaciones del grupo consultivo empresarial de la OCDE, reclaman una regulación basada en riesgos reales, más simple y predecible, que facilite la inversión y potencie el papel de la banca en el crecimiento económico sostenible.