La confianza del inversor español vuelve a terreno negativo por primera vez desde 2022.
Entre abril y junio, el índice que mide el sentimiento hacia los mercados se situó en -0,26 puntos, frente al 1,44 positivo registrado en el primer trimestre, según los últimos datos de JP Morgan Asset Management.
La caída más pronunciada se produjo en abril, cuando el índice marcó -3,5 puntos, su peor dato en toda la serie histórica. Según la entidad, el anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos el 2 de abril supuso un «shock geopolítico» que modificó el ánimo de los inversores tras más de dos años de cifras positivas.
Desde entonces, el comportamiento del índice ha mejorado. «Pese al impacto puntual de abril, el comportamiento del índice en mayo y junio sugiere que el shockgeopolítico no ha tenido un efecto estructural en la confianza inversora», explica Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia para España y Portugal de JP Morgan AM.
El estudio revela un mayor interés por el mercado europeo, que concentra el 27,1 % de las preferencias. El mercado español se mantiene cerca, con un 26,7 %, mientras que Estados Unidos pierde peso en las decisiones de inversión.
Como efecto de esa menor confianza, también crecen ligeramente las opciones en Asia y los países emergentes: un 14,1% de los encuestados se inclina por el mercado asiático, y un 4,8% opta por emergentes.
En cuanto a productos financieros, los españoles reducen su apuesta por activos más líquidos. Depósitos, cuentas remuneradas y libretas de ahorro siguen siendo los favoritos, pero bajan tres puntos respecto al trimestre anterior y se sitúan en el 42,4%.
La compra directa de acciones sube dos puntos, hasta el 14,8%, mientras que los fondos de inversión se mantienen estables como la opción de inversión más elegida, con un 21,2%.
El interés por otros productos como la inversión inmobiliaria, las letras del Tesoro, los bonos del Estado o los bonos corporativos crece de forma leve. Por el contrario, el atractivo de los ETF permanece sin cambios, sin mostrar una evolución significativa respecto a trimestres anteriores.