El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha asegurado este jueves que el nuevo plan fiscal promovido por el presidente estadounidense, Donald Trump, no tendrá efectos negativos sobre la economía mexicana. Por el contrario, considera que podría reforzar la posición competitiva del país frente a terceros mercados.
Durante la conferencia de prensa presidencial, Ebrard subrayó que México mantiene ventajas en términos de productividad, logística y cercanía geográfica, elementos que blindan al país frente a posibles distorsiones fiscales en su relación comercial con Estados Unidos.
Uno de los puntos clave que destacó Ebrard es que, en el nuevo marco fiscal, productos procedentes de países como Vietnam afrontarán aranceles de entre 35% y 40%, mientras que los productos mexicanos solo asumirían un coste promedio del 6% para entrar al mercado estadounidense.
«Te puedes dar cuenta de que hay una gran diferencia», señaló el secretario. «Nuestro costo de producción no va a variar, y eso nos mantiene competitivos».
Ebrard también minimizó el efecto de los incentivos fiscales propuestos por la administración Trump a grandes empresas. En su opinión, las decisiones de inversión no se basan únicamente en estímulos fiscales, sino que dependen también de la infraestructura disponible, los acuerdos comerciales y la estabilidad laboral.
Las declaraciones del secretario se producen en un contexto de revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y en plena reconfiguración del comercio global. México busca posicionarse como plataforma clave para la inversión extranjera y la manufactura, mientras Washington intensifica su estrategia proteccionista.
