Los líderes de la Unión Europea se mostraron este jueves confiados en alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos antes del 9 de julio, fecha límite impuesta por el presidente Donald Trump para evitar una escalada arancelaria.
Durante la cumbre celebrada en Bruselas, varios jefes de Estado y de Gobierno reiteraron su apoyo a la Comisión Europea, institución competente en materia comercial, y advirtieron sobre las consecuencias de una ruptura.
Friederich Mertz, canciller alemán, respaldó a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en sus esfuerzos por cerrar un acuerdo que evite más tensiones: «Apoyo a la Comisión Europea en su esfuerzo para llegar pronto a un acuerdo comercial con Estados Unidos».
Actualmente, Estados Unidos mantiene aranceles del 10 % sobre todos los productos europeos y recargos del 25 % sobre acero, aluminio y vehículos, pero el presidente estadounidense ha amenazado con aumentar estos gravámenes hasta el 50 % si no hay acuerdo.
El primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, recordó que la fecha impuesta «se echa encima» y pidió que las negociaciones «continúen de forma enérgica». En esa misma línea, el irlandés Micheál Martin advirtió de la necesidad de dar certidumbre a los mercados: «Todo el mundo dentro de la Unión Europea está centrado en llegar a un acuerdo negociado con Estados Unidos para el 9 de julio».
Más calmado, el croata Andrej Plenkovic insistió en que «hay tiempo suficiente para negociar» y expresó su confianza en el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic. Por su parte, el belga Bart de Wever defendió la necesidad de evitar nuevos aranceles «a toda costa», al considerar que «son impuestos para los ciudadanos». Aunque apostó por un acuerdo, aseguró que la UE ya prepara contramedidas en caso de una ruptura.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, volvió a desmarcarse del tono común y criticó abiertamente a la Comisión. «Por parte de Estados Unidos tienen un negociador pesado y por nuestro lado, la UE, los líderes tienen una capacidad ligera para negociar», declaró.
Tensión con España por el gasto militar
Durante su llegada a la cumbre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó de «injustos» los aranceles estadounidenses y respondió a las amenazas de Trump por el gasto en defensa. «España es un país soberano», remarcó, tras conocer la advertencia del presidente estadounidense de «hacer pagar el doble» a España por no alcanzar el objetivo del 5% del PIB en gasto militar acordado en la OTAN.
Tanto Plenkovic como el esloveno Robert Golob negaron que las tensiones bilaterales puedan afectar a las negociaciones comerciales. «No estoy al tanto de ninguna conexión entre las amenazas de ayer y las conversaciones bilaterales», subrayó Golob.
Plenkovic fue más claro: «La política comercial es una competencia exclusiva de la Comisión Europea», por lo que cualquier acuerdo con Washington se aplicaría a todo el bloque y no a países individuales.
Bart de Wever cerró el debate con una reflexión sobre la ambigüedad del mensaje estadounidense: «No siempre es fácil interpretar lo que quiere decir exactamente Trump, es un misterio cómo piensa imponer aranceles a España por separado».
