Nueva polémica a cargo del multimillonario Donald Trump. Ahora, en relación a los musulmanes, tras proponer que no entren en el país, a raíz del atentado en California en el que murieron 14 personas. Esta idea ha desatado la ira de la Casa Blanca ya que vulnera los valores estadounidenses y la Constitución.
De hecho, Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, destaca que "es contrario a nuestros intereses nacionales y hace más difícil defender a nuestro país". "Lo que Donald Trump dijo ayer [por el lunes] le descalifica para servir como presidente", añadió.
Por su parte, Nihad Awad, director ejecutivo del Consejo para las Relaciones Americano-Islámicas, subrayaba este martes que "Donald Trump suena más a líder de un grupo de linchadores que a una gran nación como la nuestra".
Pero lo que de verdad choca de esta idea es que Trump lleva años haciendo negocios con los musulmanes, a los que les debe gran parte de su fortuna. Por ejemplo, en 1995 el empresario vendió el lujoso hotel Plaza de Nueva York al príncipe saudita Salid bin Talal en un momento en el que pasaba por dificultades económicas. Además, tal y como señala la BBC, éste príncipe ya le había comprado un yate anteriormente.
No es la única vez que Trump ha hecho negocios con la comunidad musulmana. El empresario participa en el Trump International Golf Club Dubai, un proyecto que se desarrolla en los emiratos y que engrosará su ya exultante cuenta corriente.
Además, la cadena británica también destaca que Trump cede los derechos de su nombre para que empresarios musulmanes hagan negocios inmobiliarios de lujo. Por otra parte, también hace negocios en Estambul y en Dubai.
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