La crisis financiera española influyó de forma decisiva en la dinámica tradicional del sector financiero, su estructura, su regulación, así como en la configuración de un nuevo contexto económico y escenario competitivo. En paralelo, en estos años han surgido «nuevas tendencias sociales y tecnológicas como la movilidad y la demanda de productos y servicios personalizados del nuevo consumidor digital», señala el estudio «El nivel de madurez digital Sector Financiero en España», realizado por KPMG y Funcas. Según este Observatorio de Digitalización Financiera (ODF), el conjunto de todos estos factores ha culminado en una nueva realidad bancaria.
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