El precio del metro cuadrado, en ciudades como Pekín, cotiza ahora mismo a ocho mil quinientos euros. Hace diez años, sin embargo, el precio del metro cuadrado era siete veces más barato. Los chinos tienen, actualmente, tres cuartas partes de toda su riqueza financiera invertida en activos inmobiliarios. ‘Esto no tiene ningún sentido económico’, nos explica Wang Xiaoqu, Vicepresidente de la Universidad del Pueblo. ‘Lo normal es tener la mitad invertida en otros activos financieros, incluida la cuenta corriente del banco’, asevera. Si los precios inmobiliarios caen bruscamente, el consumidor chino puede ver reducido su poder adquisitivo de forma notable, afectando por consiguiente al crecimiento económico. ‘El precio de las casas no caerá jamás’, nos dice confiada una propietaria con varios inmuebles en Pekín. Es tan optimista porque, solamente durante los últimos doce meses, su cartera de pisos ha experimentado una revalorización del 17%.
hemeroteca