"Los 400 contribuyentes más ricos pagaron en promedio 17% de impuestos en 2012, menos que las familias de clase media", explicaba la Casa Blanca es pasado sábado como una introducción a uno de los temas que, de forma segura, centraría el penúltimo discurso sobre el Estado de la Nación que pronunciará Obama. Además, el Gobierno considera que este código impositivo "injusto".
Según el planteamiento de Obama, la reforma elevaría al 28% el techo de imposición de las ganancias del capital y de los dividendos. De esta forma, la tasa se situaría al nivel de la que había durante la presidencia de Ronald Reagan en la década de los ’80.
Este tema ya ha sido objeto de discusión en muchas ocasiones. Por ejemplo, el multimillonario inversor Warren Buffett, que posee una fortuna de 73.000 millones de dólares, se ha "quejado" en numerosas ocasiones de que su secretaria paga más impuestos que él. Fue el propio Buffett quien hizo una encuesta entre sus empleados para ver cuánto pagaban entre impuestos y seguros sociales. El resultado fue que la media llegaba al 33%. En cambio, él sólo pagaba un 18%.
Más impuestos también para la banca
Otro de los rechazos que encuentra la reforma fiscal es el nuevo impuesto que afecta a las entidades más importantes del país. Esta medida, sumada a los descuentos que beneficiarían a las clases media y baja se destinarían al cuidado de los niños, la financiación de estudios superiores y a un plan de ahorro para la jubilación.
Otro "fiscal cliff"
Para que el presidente de Estados Unidos pueda sacar adelante su reforma necesita el apoyo del Parido Republicano, por lo que no espera que se llegue a ningún acuerdo. Para los analistas de Citi, un nuevo enfrentamiento entre republicanos y demócratas por el presupuesto sería un foco de vulnerabilidad de cara a 2015. De hecho, la entidad estadounidense apunta a que la fuerza de la economía del país pasa porque se garantice el cumplimiento del déficit para este año.
De momento, las cifras "cuadran" ya que durante los tres primeros meses del año, la recaudación por impuestos será más grande que la que se esperaba en 2014. Además, el gasto sigue contenido.
hemeroteca