La presión contributiva sobre los empresarios en España es una de las más altas de la Unión Europea, según los últimos datos publicados por la OCDE para el año 2015. De media, cada empleador paga un 29,9% a la Seguridad Social por trabajador, muy por encima del resto de países europeos, cuya contribución se sitúa en torno al 23,11%. En este sentido, los españoles son los cuartos europeos que más aportan a la hora de contratar a alguien por cuenta ajena. Francia es el primer país en el ranking, con un 37,87% de media, seguido por la República Checa (34%) e Italia (32,08%). En el otro extremo están Dinamarca, donde la presión media contributiva es de tan sólo el 0,85%, Holanda, con un 9,81%, e Irlanda, con un 10,75%. Los costes laborales en estos países se equilibran por el nivel de sus salarios: el salario mínimo en Holanda es de 1.537 euros/mes, en Irlanda de 1.546 euros al mes y en Dinamarca no existe un límite, muy por encima de los 707,6 euros/mes españoles. Por otro lado, España es también el cuarto país europeo en el que menos pagan los trabajadores a la Seguridad Social, un 6,35% de media. El promedio de la UE está en el 11,82%, y sólo están por debajo de la contribución española Dinamarca (0%), Estonia (1,6%) e Irlanda (4%). En el otro extremo de la lista se encuentran Eslovenia (22,1%), Alemania (20,48%) y Hungría (18,5%). 
hemeroteca