En todas las clases de activos, la volatilidad se ha moderado, también en las materias primas, y el panorama macroeconómico subyacente ha mejorado a nivel mundial, lo que ha impulsado un mayor optimismo de los inversores, apoyando una recuperación de los metales industriales. A tenor de esto, desde ETF Securities consideran que esta “baja volatilidad y las altas valoraciones de los activos de riesgo implican la complacencia de los inversores”, que es una cuestión clave en el actual entorno de «riesgo» en el que los mercados de acciones alcanzan máximos históricos en una base aparentemente semanal. Mirando hacia atrás y en el trasfondo de la aparente serenidad del mercado hay puntos que pueden desvirtuar su futuro en el corto y medio plazo como los brotes geopolíticos y las consecuencias desconocidas terminar con la política monetaria laxa. Como es la naturaleza misma del riesgo, “la sincronización de acontecimientos inesperados es desconocida pero tales acontecimientos conducen típicamente a picos agudos al alza en volatilidad”.
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