La inflación en el mes de marzo se situó en el 1,3% interanual, una décima inferior a la inicialmente estimada en la versión preliminar; no es realmente una sorpresa después de la publicación del dato en Italia revisado a la baja (dos décimas). Sin embargo, la inflación mundial se aceleró dos décimas en comparación con febrero. La evolución sigue siendo la misma, con la casi desaparición de los efectos de base negativos sobre los precios de la energía y un repunte de la inflación de los alimentos y el aumento de los precios del tabaco. El aumento de la inflación mundial continuará en los próximos meses, particularmente en relación con el final de los efectos de base negativos sobre la energía y una subida (muy) gradual de la inflación subyacente.
La inflación subyacente se mantuvo estable en el 1,0% interanual y la desagregación ha mostrado resultados mixtos:
La inflación en el sector servicios creció dos décimas al 1,5% interanual; es una buena noticia que refleja la buena salud de la economía doméstica.
En general, los detalles del informe de marzo son parcialmente tranquilizadores porque 1) no muestran en este momento los efectos negativos de la apreciación del euro sobre los precios manufacturados y 2) validan el aumento de los precios en el sector servicios (que, no obstante, deben confirmarse en los próximos meses). Además, los datos volátiles (energía y alimentos) continuarán desempeñando un papel predominante en las perspectivas a corto plazo.
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