En un momento en que el crecimiento de China está en entredicho, la debilidad del dato de la inversión extranjera no hace más que generar nuevas dudas sobre si se logrará el objetivo de crecimiento marcado por el Gobierno. El gigante asiático atrajo 7.200 millones de dólares en agosto, una cifra que supone una caída del 14% en términos interanuales y la sitúa a niveles de febrero de 2012.
En lo que va de año China acumula una inversión extranjera directa de 78.300 millones. Una cifra que está un 1,8% debajo de la recaudada en el mismo periodo del año pasado.
El indicador de inversión extranjera tiene una importancia relativa dentro de las cuentas chinas. Su peso recae en la importancia del desarrollo del sector industrial dado que parte de su economía se basa en la producción dentro de la extensa red de factorías que existen en el país. Sin embargo, algunos analistas apuntan que lo que realmente hay que tener en cuenta a la hora de medir el crecimiento del país es la situación de las exportaciones. Un indicador que parecían fuerte tras vivir un aumento de dos billones de dólares en 2013 pero que tampoco se encuentran a salvo de los problemas.
El portavoz del Ministerio de Comercio de China, Shen Danyang, ha asegurado en declaraciones recogidas por Reuters que las exportaciones podrían no ser capaces de mantener un alto crecimiento en los próximos meses a pesar de que la situación comercial del país se está estabilizando.
hemeroteca