Las Juntas de Accionistas de Bankia solían estar cargadas de polémicas por las protestas de preferentistas y accionistas que acudieron a la salida a Bolsa. Por primera vez, el Consejo de Administración se reunirá con sus accionistas para aprobar los puntos del día, sin tender cuentas pendientes. Para el equipo de Goirigolzarri se prevé la primera Junta tranquila, desde que asumieron la dirección. Hace algo más de un mes dieron carpetazo a uno de los asuntos más espinosos de la entidad, con la devolución de la inversión a los accionistas que acudieron a la OPS, más un 1% de intereses.
De momento, se han acogido más de la mitad afectados y todavía el plazo no ha concluido, finalizará el próximo 18 de mayo. Además, hace dos años cerró el frente de las preferentes devolviendo gran parte de la inversión a 170.000 preferentistas a través de los arbitrajes. Ambas situaciones provocaron que los titulares se lo llevaran las protestas eclipsando los resultados de la gestión de estos últimos años.
El equipo dirigente, por primera vez, podrá sacar pecho del cumplimiento del plan de negocio, que se cerró en 2015, alcanzando las metas de rentabilidad, eficiencia, morosidad, liquidez y capital. Y quizá pueda adelantar algún detalle de los nuevos objetivos en el que está trabajando la entidad para los próximos años.
En la Junta, además de aprobarse la gestión y las cuentas de 2015, también se dará el visto bueno al pago de un dividendo de 2,625 céntimos de euro por acción, que supondrá un desembolso de 302 millones, y que supone elevar la retribución al accionista un 50%, respecto a 2014. El Estado ingresará el 194 millones, por el 63% que posee en Bankia. En los últimos años, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha devuelto 1.626 millones de euros, de los más de 20.000 millones que recibió en su rescate.
En la junta también se someterá a votación el nombramiento de Antonio Greño como consejero independiente, quien ocupará el puesto que dejará vacante al finalizar la cita Alfredo Lafita.
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