Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) ha insistido en la necesidad de fortalecer la dimensión internacional del euro para que deje de ser una moneda refugio intermedia y se consolide como «una verdadera moneda mundial».
Con ello, Europa podría beneficiarse de las ventajas que el dólar otorga a Estados Unidos.
Durante su intervención en la sede de Business France, organismo público encargado de promover la internacionalización de las empresas francesas, Lagarde advirtió que, en el contexto actual, el dominio del dólar implica que «sufrimos las consecuencias de las decisiones tomadas en Washington», especialmente porque Europa es el mayor mercado con un alto grado de apertura al exterior.
La presidenta del BCE insistió en que Europa no puede permanecer como mero espectador y debe transformar el euro «de moneda intermediaria a una verdadera moneda mundial capaz de convertir nuestras debilidades en bazas duraderas».
Un mercado de capitales fragmentado
Entre los principales retos, Lagarde señaló la fragmentación del mercado de capitales europeo, que limita su desarrollo y provoca que los flujos de inversión se dirijan hacia Estados Unidos. «Los mercados bursátiles estadounidenses son el doble de grandes y ofrecen mayores rendimientos que los europeos», recordó.
Para reforzar el euro, añadió, es fundamental profundizar en el mercado interior, eliminando las barreras que aún dificultan la competencia y la libre circulación de capitales.
Lagarde estimó que un aumento del 2% en los intercambios dentro de la Unión Europea bastaría para compensar las pérdidas derivadas del incremento de los aranceles impuestos por Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Obstáculos estructurales
A su juicio, el avance hacia un mercado único más sólido sigue frenado por la divergencia regulatoria y fiscal, las diferencias en los procedimientos de insolvencia y la incompleta unión de los mercados de capitales.
También destacó que la expansión comercial exterior es una vía clave para impulsar la adopción del euro a escala global. Actualmente, los Veintisiete son el principal socio comercial de 72 países, que representan el 40% del PIB mundial. En este sentido, Lagarde puso como ejemplo el acuerdo con Mercosur, firmado en diciembre, que sigue generando polémica en Francia por la resistencia a su ratificación.
Según sus cálculos, la UE podría aumentar sus exportaciones un 40% de aquí a 2032 gracias a los tratados comerciales ya en vigor y los que están en negociación.
El impulso del euro digital
La presidenta del BCE aludió además a la importancia de fomentar el uso del euro en las transacciones internacionales, mediante nuevas herramientas de pago, como el euro digital que desarrolla actualmente el banco central.
Europa, defendió, cuenta con ventajas estructurales frente a otras potencias: la confianza en sus instituciones democráticas y la independencia del BCE, en clara alusión a las presiones políticas que ha sufrido la Reserva Federal estadounidense.