Triodos Bank ha anunciado que sus Certificados de Depósito para Acciones (CDA), conocidos como las preferentes verdes, comenzarán a cotizar en el índice Euronext de Ámsterdam el próximo martes 18 de junio. El folleto con la información completa, aprobado ya por el supervisor neerlandés, se publicará antes de esa fecha.
Estos certificados fueron el instrumento elegido para canalizar la inversión en el capital del banco, pero su compraventa se suspendió en marzo de 2020, en plena pandemia. La entidad alegó entonces una sobredemanda de órdenes de recompra y la necesidad de preservar su estabilidad frente al impacto económico de la COVID-19.
Fin de etapa en Captin
Tras esa suspensión, los CDA pasaron a negociarse en el Sistema Multilateral de Negociación (SMN) de Captin, donde dejarán de cotizar el 11 de junio, según ha informado Triodos en un comunicado.
Con su traslado a Euronext, el banco busca ofrecer mayor liquidez y transparencia a los inversores, después de un largo periodo de incertidumbre. El regreso a un mercado regulado representa un paso clave para normalizar la operativa de este producto financiero, ligado al modelo de banca ética.
Triodos, avalado por el Supremo
En España, la comercialización de los CDA generó una oleada de demandas judiciales, especialmente por la falta de liquidez y las pérdidas que sufrieron numerosos clientes. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha respaldado a Triodos en tres sentencias recientes, dictadas entre abril y mayo.
Los magistrados concluyen que el banco informó adecuadamente a los clientes sobre los riesgos esenciales del producto, la ausencia de mercado secundario, y la posibilidad de pérdida total de la inversión. Además, destacan que se entregó el folleto informativo, se realizó el test de conveniencia y que la contratación fue presencial.
Contexto legal y sistema neerlandés
Las resoluciones judiciales recuerdan que la actividad societaria de Triodos se rige por el derecho neerlandés. De hecho, los tribunales de los Países Bajos han considerado ajustadas a derecho todas las decisiones relativas al cambio de sistema de cotización.
Los CDA no cotizaban en bolsa tradicional, sino en un mercado interno gestionado por la propia entidad. Esta estructura fue uno de los elementos que motivó las reclamaciones en España, al dificultar la venta de los títulos cuando los inversores querían recuperar su dinero.