Los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria siguen latentes en España. La producción en el sector de la construcción marcó mínimos entre 2012 y 2013 hasta suponer menos de la mitad que a comienzos de los 90. Y es que, tras crecer de forma continuada desde 1992 y marcar máximos en 2007, el desplome ha sido tremendamente acusado, como se observa en el gráfico. Desde máximos de 2007, el consumo de cemento acumula una caída del 81%. La caída en el caso del ladrillo y las tejas es del 86,5%; y, para las láminas impermeabilizantes, la producción es ahora un 65% inferior a hace diez años. 
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