La tecnológica china Lenovo, mayor fabricante mundial de ordenadores personales, está acumulando tarjetas de memoria para resistir a una escalada de precios que Winston Cheng, su director financiero, describe como «muy, muy hacia arriba» y sin referentes previos, impulsada por la creciente demanda de inteligencia artificial (IA).
Durante una entrevista con Bloomberg TV, Winston Cheng destacó que la compañía está afrontando una coyuntura inédita en el mercado global de semiconductores.
Inventario un 50 % superior al habitual
Lenovo cuenta con contratos a largo plazo y con la ventaja de operar a gran escala, lo que —según el ejecutivo— da margen para aprovechar el momento: «los que tengan suministros podrán tener una posición en el mercado».
El grupo posee actualmente un inventario un 50 % mayor del habitual, una estrategia que busca blindarse ante la volatilidad del mercado.
El efecto dominó en el sector tecnológico chino
El objetivo para este trimestre es claro: no repercutir la subida de costes al consumidor para no frenar la tendencia de crecimiento.
Sin embargo, Cheng apuntó que en 2026 Lenovo tendrá que encontrar «un punto medio entre precios y disponibilidad» ante un escenario que seguirá tensionado.
La semana pasada, la firma afirmó disponer de chips de memoria suficientes hasta 2026, situándose —según sus estimaciones— en una posición mejor que muchos de sus competidores.
Otras compañías como Xiaomi ya han advertido de que subirán precios debido a la misma presión sobre las tarjetas de memoria, impulsada por la creciente demanda de centros de datos para IA.
El análisis de Counterpoint confirma la magnitud del fenómeno: las memorias DDR5 de 64 GB podrían duplicar su precio entre 2025 y 2026, un impacto especialmente relevante para la electrónica de bajo coste
