¿Estás pensando en hacer un viaje al país vecino? Portugal esconde muchos secretos y ciudades por descubrir. Hoy nos adentraremos en algunas de las visitas imprescindibles de la capital y la ciudad más grande del país luso. Con una posición geográfica privilegiada Lisboa se encuentra ubicada en la desembocadura del río Tajo. La ciudad refleja de forma fiel la cultura y la vida portuguesa, manteniendo su encanto tradicional sin olvidarse de aportar un toque de modernidad en sus calles. Lisboa es una ciudad cosmopolita que desprende un halo de antigüedad en sus pequeñas callejuelas, concretamente en el barrio de la Alfama, que mantiene el color de sus fachadas y la esencia original del tradicional barrio. El país vecino acoge al visitante con los brazos abiertos, resulta sencillo comunicarse con sus gentes, es cierto que todo es cuestión de paciencia y educación. Uno de los puntos fuertes de Lisboa es su gastronomía, no puedes visitar sin Lisboa sin probar sus deliciosos ‘pasteis de nata’, por toda la ciudad encontrarás confiterías donde degustar este rico postre. La más emblemática y reconocida a nivel internacional es la Casa dos Pasteis de Belem, ubicada en el barrio conocido con el mismo nombre, en el establecimiento se puede ver en vivo como se elaboran diariamente estos postres. En Belem no sólo hay que hacer una parada en esta tradicional confitería, es de obligada visita el Monasterio de los Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1983. Una auténtica joya viviente del estilo arquitectónico manuelino. El rey Manuel I ordeno construir este edificio en homenaje a Vasco de Gama tras su regreso de las Indias. La Torre de Belem, es una antigua fortaleza ubicada estratégicamente es uno de los monumentos más conocidos de Lisboa. Paseando por Belem encontrarás también el Monumento a los Descubrimientos.
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