Lola no lleva bata blanca ni estetoscopio pero ya ha atendido a más de 16.000 personas. Es la primera enfermera virtual basada en voz, creada por la startup española Tucuvi, y lleva tres años demostrando que la inteligencia artificial puede marcar la diferencia en la atención sanitaria.
Con solo una llamada telefónica, sin necesidad de apps ni conexión a internet, esta cuidadora virtual monitoriza a pacientes con enfermedades crónicas, detecta riesgos y avisa al equipo médico. Todo con una interfaz empática y diseñada para personas mayores, muchas veces fuera del radar digital.
Lola nació durante la pandemia y ya colabora con centros como el Hospital de La Princesa, el Ramón y Cajal o la Asociación Española contra el Cáncer. En todos los casos, los resultados hablan por sí solos: reducción de visitas a urgencias, hospitalizaciones y estancias.
Los pacientes completan sus seguimientos en más del 90% de los casos y la satisfacción media supera el 4,7 sobre 5. «Hemos logrado mejorar la calidad de vida de los pacientes y facilitar el trabajo de los profesionales», explica María González, cofundadora y CEO de Tucuvi.
La compañía, creada en 2019 por dos jóvenes ingenieros biomédicos, se propuso cerrar una brecha crítica: la falta de seguimiento clínico para personas con patologías crónicas, que afecta a uno de cada dos pacientes. Un problema que se agrava por la escasez de personal médico, especialmente en zonas rurales o con menos recursos.
Con ese propósito, desarrollaron una tecnología basada en Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN), que permite a Lola mantener conversaciones fluidas, analizar la información en tiempo real y devolver datos útiles y estructurados a los equipos clínicos. Una fórmula que automatiza lo rutinario y libera tiempo para lo urgente.
Hoy, Tucuvi ha pasado de promesa a realidad. Su tecnología está implantada en más del 10% de los hospitales públicos españoles y sigue creciendo: cada mes se suman tres nuevos centros, desde el Vall d’Hebron al Hospital de Getafe, pasando por Son Espases o el Virgen de la Arrixaca.
En paralelo, la compañía ha multiplicado por cinco las llamadas realizadas a pacientes en el último año, y ha reforzado su plantilla con perfiles técnicos y clínicos altamente especializados. Su objetivo: escalar sin perder el foco en lo humano.
La clave está en su plataforma «Tucuvi Health Manager», que ya incluye más de 50 protocolos clínicos validados y configurables. Desde el seguimiento postquirúrgico hasta el manejo de la EPOC o la gestión de citas en Atención Primaria, su IA se adapta a distintos contextos y necesidades.
Con operaciones ya consolidadas en España, Portugal y Reino Unido, Tucuvi explora ahora nuevos mercados internacionales. «Nuestro reto es llevar esta innovación allí donde pueda marcar la diferencia», dice González, con una visión clara: que la tecnología no reemplace el cuidado, sino que lo multiplique.
En un sistema de salud tensionado, con déficit de personal y aumento de pacientes crónicos, Lola no viene a sustituir a nadie, sino a potenciar una sanidad más accesible, eficiente y sostenible. Y lo hace con una simple llamada.