Los diálogos entre el Reino Unido y la Unión Europea han avanzado «notablemente» hacia un acuerdo pre-cumbre. Tras un estancamiento el domingo por la pesca, las «barreras fueron superadas» esa noche. Aún quedan detalles por «resolver antes de completar el acuerdo».
Este progreso llega justo para la cumbre en Lancaster House, el primer encuentro de alto nivel post-Brexit. El primer ministro británico, Keir Starmer, espera anunciar el pacto junto a líderes como Ursula von der Leyen.
Se busca «facilitar» temas prácticos: uso de puertas electrónicas para británicos en Europa. También «disminuir la burocracia» en exportaciones de alimentos y un programa de «movilidad juvenil» entre ambos lados.
Persisten «diferencias significativas» en pesca y movilidad juvenil, aunque hay «expectativas elevadas». Starmer prioriza una «nueva relación» en seguridad por la amenaza rusa. Asumió en 2024 prometiendo lazos estratégicos.
Starmer también destaca acuerdos con India y EE. UU. para «reducir o eliminar aranceles». Pero enfrenta críticas internas: Kemi Badenoch y Nigel Farage llaman al posible pacto una «rendición». Refleja la «fractura política».
Un «cierre exitoso» sería un «punto de inflexión», facilitando comercio y movilidad. El enfoque de Starmer busca un «balance que beneficie a ambas partes». Quiere «reducir tensiones» y «fortalecer la cooperación» global.