La bolsa de Nueva York ha abierto en rojo, después de la reciente decisión del presidente Donald Trump de establecer un 100% de aranceles a las producciones cinematográficas foráneas. Según Trump, esta acción es una respuesta a lo que él ve como «una amenaza para la seguridad nacional». Aunque aún no está claro cómo esta política afectará al sector de contenidos en «streaming», ya se perciben sus efectos en los mercados financieros.
A tan solo cinco minutos de iniciar la sesión en Wall Street, el índice Dow Jones de industriales caía un 0,40%, situándose en 41.150 puntos. El índice selectivo S&P 500 también mostraba una caída del 0,72%, llegando a 5.645 puntos. Mientras, el Nasdaq, conocido por su enfoque tecnológico, retrocedía un 0,73%, alcanzando los 17.846 puntos. Esta apertura en rojo sigue a una racha de nueve días de ganancias continuas, en medio de un optimismo por posibles acuerdos comerciales.
Las acciones de las compañías de cine que dependen en gran medida de las producciones foráneas ya están sufriendo caídas considerables. Walt Disney experimenta una disminución del 1,32%, Netflix baja un 3,10% y Warner Bros Discovery presenta una caída del 3,34%. El anuncio de Trump ha generado un ambiente de incertidumbre en un sector que tiene una gran proporción de sus producciones filmadas fuera de los Estados Unidos.
Trump ha añadido más confusión al panorama comercial al señalar que, aunque hay negociaciones en curso con varios países, «al final, yo establezco los acuerdos, y no ellos». Estas afirmaciones han llevado a los inversores a adoptar una actitud más cautelosa y conservadora en sus estrategias de inversión.
Esta semana se espera que la Reserva Federal (Fed) se reúna para debatir sobre las tasas de interés en un contexto donde Trump presiona para que se reduzcan. Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha mantenido una postura firme, subrayando la independencia del organismo frente al poder ejecutivo.
En el mercado de materias primas, el precio del petróleo de Texas ha caído un 1,48%, situándose en 57,43 dólares por barril. Esta disminución ocurre después de que la OPEP+ anunciara un incremento en la producción por segundo mes consecutivo, añadiendo otra capa de complejidad a un entorno económico global ya volátil.