Australia ha anunciado un aumento del 3,5% en el salario mínimo a partir del 1 de julio. Esta medida busca directamente contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo sufrida por la alta inflación post-pandemia. La Comisión de Empleo Justo indicó que los salarios reales de quienes dependen del mínimo se habían reducido significativamente desde julio de 2021. El objetivo es aliviar la presión sobre los trabajadores de bajos ingresos.
Con este ajuste, el salario mínimo por hora se situará en 24,94 dólares australianos, lo que se traduce en unos 1.670 dólares australianos extra al año para los empleados a tiempo completo. Esta subida sigue a incrementos previos del 3,75% en 2024 y 5,75% en 2023. Aun así, el ente regulador admite que los salarios mínimos siguen siendo, en términos reales, más bajos que hace cinco años.
La caída del salario real fue un coletazo de la inflación, que alcanzó su pico a finales de 2022. Ahora, con el banco central estimando la inflación entre 2-3% y dando por terminado el «episodio inflacionario», ven una chance para «corregir» el poder adquisitivo. Esta decisión impacta directamente a unos 2,6 millones de trabajadores australianos, es decir, el 20,7% de la población activa.