Según el informe The 2016 Trends in Investing Survey elaborado por la Financial Planning Association, en los últimos 10 años, el número de asesores que recomienda incluir ETFs en cartera a sus clientes se ha incrementado de un 40% en 2006 a un 83%, sin que haya ningún otro vehículo que haya logrado registrar este fuerte incremento.
Otro de los datos más destacados es que el 46% de los 283 asesores encuestados tiene la intención de aumentar el uso de fondos cotizados. Una cifra notable si se compara con el 23% que considera aumentar la inversión en acciones o el 18% en renta fija.
La encuesta también evidencia cómo el 24% de los asesores han usado o recomendado ETFs smart beta el pasado año, lo que supone solo un incremento del 2% en el año. Y mientras el 15% de ellos que se decanta por la gestión activa se mantienen sin cambios respecto a 2015, el porcentaje aquellos que prefieren un mix entre gestión activa y pasiva se ha incrementado desde el 57% en 2015 al 64% este año.
Entre los motivos que destacan para este imparable crecimiento, los expertos destacan los costes más bajos para los clientes, la eficiencia fiscal y la flexibilidad de negociación de estos productos.
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