Los repartos de dividendos experimentaron un incremento interanual del 5,4% en base general, el equivalente a un alza subyacente del 7,2% tras tener en cuenta las fluctuaciones de los tipos de cambio, los dividendos extraordinarios y demás factores. Esta ha sido la tasa de crecimiento más elevada desde el año 2015, y se han alcanzado nuevos máximos trimestrales en Estados Unidos, Japón, Suiza, Holanda, Bélgica, Indonesia y Corea del Sur. Europa domina el segundo trimestre, dado que la mayoría de empresas europeas realizan un único reparto anual de dividendos. Europa representó un 40% del total de repartos mundiales en el segundo trimestre. Las distribuciones —que ascendieron a 149.500 millones de dólares— experimentaron un aumento del 5,8% en base subyacente, lo que pone de manifiesto una aceleración de la expansión registrada hace un año, así como la mejora de las condiciones económicas en el continente. El 86% de las empresas europeas incrementaron o mantuvieron su remuneración al accionista en tasa interanual. Las alzas más importantes provinieron de los países de menor tamaño —como en el caso de Bélgica y Holanda, que alcanzaron nuevos máximos históricos—, si bien los países de mayor envergadura también mostraron buen tono. Los dividendos suizos aumentaron un 8,6% en base subyacente hasta un máximo histórico de 24.800 millones de dólares. La mayor subida estuvo protagonizada por Lafarge Holcim, que incrementó su dividendo por acción en un 33%. Los repartos totales en Alemania aumentaron un 8% hasta 34.100 millones de dólares, lo que apunta a un crecimiento subyacente del 7,5%, aunque no lograron batir las cifras récord de 2014. Deutsche Bank y Volkswagen restablecieron parcialmente sus dividendos, mientras que Commerzbank canceló sus repartos al encontrarse inmerso en un complejo y costoso proceso de reestructuración. No obstante, esta entidad fue la excepción: casi un 90% de las empresas alemanas incrementó o mantuvo su remuneración al accionista. 
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