Los extranjeros, que tienen un peso relativamente marginal sobre la valoración de las bolsas chinas (0,3%), siguen incrementando su participación en estos activos. Muchos analistas chinos suelen fijarse en las inversiones extranjeras para identificar a todas aquellas empresas que, desde una perspectiva internacional, pueden ofrecer un valor dentro del medio-largo plazo. Los extranjeros, es preciso aclarar esto, no tienen posibilidad alguna de invertir libremente en China. Todos deben someterse a un sistema reducido de cuotas conocido como Qualified Foreign Institutional Investors, o QFII, mediante el cual solamente los inversores extranjeros autorizados pueden en China. Ahora bien, sus decisiones sirven de referencia en una bolsa tan endogámica como es la china. Actualmente, los QFII tienen inversiones en 273 empresas chinas cotizadas, si bien apenas representan un 0,3% del volumen total de cotización. Al igual que muchos grandes fondos chinos, los QFII también han optado por incorporar a sus carteras acciones como Guizhou Moutai (600519). El gigante del acohol blanco chino por excelencia cotiza actualmente en máximos históricos, tras haber duplicado su valor a lo largo de 2017. 


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