Los mercados de inversión han demostrado ser sumamente resistentes durante el año 2017. Es innegable que el entorno geopolítico ha planteado una serie de días de espanto en los que vimos olas de ventas en el mercado, pero la volatilidad general se ha aplacado y la mayoría de las clases de activos han generado rentabilidades sólidas. Dicho esto, cualquier aficionado a las películas de miedo sabe que el susto llega cuando todo parece estar tranquilo. Teniendo presente esta premisa, a continuación, mostramos algunos gráficos que arrojan luz sobre varias amenazas que acechan en la sombra a la economía global. La expansión cuantitativa del BCE ha apuntalado los mercados de bonos soberanos La fuerza de la economía europea y las señales de mejora del mercado laboral en la eurozona han sido la sorpresa de 2017. Es innegable que el BCE, con su programa de expansión cuantitativa, ha desempeñado un papel muy importante en el éxito económico. Son muchos los que señalan la caída de las rentabilidades de la deuda del área periférica como signo inequívoco de que la crisis de la deuda soberana del euro ha terminado definitivamente. La cuestión es si la caída de las rentabilidades implica que se ha recuperado la confianza en la capacidad de los países de la eurozona de pagar la deuda, o simplemente refleja las compras de activos que ha llevado a cabo el BCE desde que empezó el programa de expansión cuantitativa. De hecho, el programa de expansión cuantitativa del BCE es actualmente 7 veces superior a la emisión neta. ¿A alguien le sorprende que las rentabilidades hayan caído? ¿Qué pasará cuando el BCE intente cerrar el grifo de dinero fácil?
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