Los otros trapos sucios de las empresas alemanas

Cuando se piensa en empresas alemanas, se piensa en eficiencia, tecnología, calidad y en honradez. Pero la trampa de Volkswagen se une a una larga lista de casos donde la ética brilla por su ausencia.

La siderúrgica ThyssenKrupp fue sancionada en 2007 con una multa récord en la Comisión Europea por conformar un cartel para fijar precios en el mercado de elevadores y el negocio de rieles de ferrocarriles. Posteriormente, también fue pillada por el mismo motivo por pactar precio en el negocio del acero.

El fabricante de autobuses y camiones de carga MAN fue acusado de haber pagado sumas millonarias en numerosos países para hacerse de contratos públicos y privados.

Pero nada comparable al escándalo que supuso en 2006 con una de las tecnológicas punteras del país. Siemens se vio involucrado en el mayor escándalo de sobornos en la historia empresarial alemana, al encontrarse pagos dudosos de 1.300 millones de euros. La trasnacional fue obligada a pagar a la justicia estadounidense y alemana multas por unos 1.200 millones de euros. 

Los casos de sobornos han sido en los que más han reincidido las grandes compañías alemanas. La otra gran automovilística del país, Daimler, propietaria de Mercedes-Benz, fue sentencia por emplear estas prácticas en 22 países. Volkswagen también se vio involucrada en comprar a representantes sindicales con costosos regalos, viajes de lujo y dudosas fiestas.

Grandes corruptelas en Grecia

Al igual que los coches alemanes son las joyas de las exportaciones del país, las malas prácticas germanas se han extendido por medio mundo. El caso más sangrante es el caso de Grecia. Mientras sus mandatarios imponían la disciplina moral de la austeridad y acusaba a los griegos de derrochadores y vagos, las empresas alemanas hacían grandes negocios a costa del erario público griego. Siemens está acusada de pagar 70 millones de euros a diferentes responsables para obtener un gran proyecto de modernización de la red telefónica griega a finales de los 90.

La justicia griega también señaló recientemente al fabricante de automóviles Daimler por el pago de sobornos para hacerse con un contrato de vehículos militares por valor de 100 millones. Mismo caso en el que se encuentra Krauss Maffei Wegmann, que suministras carros de combate Leopard.

El grupo de defensa Rheinmetall fue condenado en 2012 a pagar 37 millones de multa por su generosidad con los responsables del Ministerio de Defensa de Grecia, tras la venta de un sistema de defensa aérea por 150 millones.

El estandarte de la banca alemana

Más recientemente Deutsche Bank ha protagonizado el último escándalo, al ser acusado de manipular el Líbor por lo cual ha tenido que pagar una multa de 2.500 millones. Pero el mayor banco de Alemania ha estado metido en casi todos los fregados desde que estalló la crisis financiera. La entidad ocultó pérdidas millonarias en Estados Unidos, está acusado de estafas millonarios por la venta de productos financieros, y también por provocar la quiebra de empresas alemanas. En pocos meses, sus sedes han sido registradas en plan película y sus responsables han pasado varias veces por los juzgados.

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