El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumió este jueves la presidencia rotatoria del Mercosur, durante la cumbre celebrada en Buenos Aires, con el compromiso de impulsar un sistema de pagos digitales en monedas locales y lograr este año la firma del
con la Unión Europea.
Durante el acto de traspaso, el mandatario argentino, Javier Milei, entregó el martillo que simboliza el liderazgo del bloque a su homólogo brasileño. Lula subrayó que la región debe avanzar hacia mayor autonomía financiera, con un sistema de pagos que facilite las transacciones sin depender de divisas externas.
Brasil ostentará la presidencia del Mercosur —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia— hasta diciembre. Durante ese período, Lula se ha propuesto como objetivo central la firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea, negociado desde hace más de 25 años.
«Tenemos plena confianza en que lo cerraremos antes de fin de año», afirmó, pese a la resistencia de algunos países europeos, como Francia.
Lula también pidió actualizar acuerdos con Ecuador y Colombia, y fortalecer vínculos con Asia, incluyendo Japón, China, India, Corea del Sur, Vietnam e Indonesia. Este mensaje de apertura coincidió con el reciente anuncio de un acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que agrupa a Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
El presidente argentino defendió durante la cumbre una visión de apertura agresiva al mercado global: «Debemos dejar de pensar al Mercosur como un escudo que nos protege y empezar a pensarlo como una lanza para penetrar nuevos mercados». También criticó la «inercia destructiva» del bloque en las últimas décadas y defendió su intención de avanzar hacia un modelo comercial más libre y competitivo.
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, insistió en la necesidad de ampliar mercados, especialmente hacia el Pacífico, y defendió que esta vocación aperturista no debe interpretarse como un alejamiento del bloque, sino como una estrategia de complementariedad.
Orsi pidió avanzar con negociaciones en curso con Emiratos Árabes Unidos y El Salvador, y valoró el acuerdo con la UE en clave geopolítica y cultural, por su alcance a más de 800 millones de personas.
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, remarcó que la fortaleza del Mercosur debe construirse también desde dentro, reduciendo asimetrías y desigualdades regionales: «No se trata solo de crecer económicamente, sino de que las oportunidades lleguen a todos».
La cumbre también contó con la participación del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, así como de delegaciones de Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam, todos ellos Estados asociados al bloque.