Luz verde al plan fiscal de Trump: bajadas de impuestos y recorte del gasto público

El proyecto incluye una bajada de impuestos a empresas y rentas altas, y elimina partidas clave del gasto público.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos Donald Trump, presidente de los Estados Unidos
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos :: The White House

Todo está listo para que, coincidiendo con los actos de celebración del 4 de julio, fiesta nacional en Estados Unidos, Donald Trump firme su ambicioso plan fiscal, que ya ha sido aprobado por ambas cámaras del Congreso.

La ceremonia, organizada como parte de la celebración del Día de la Independencia, simboliza también la primera gran victoria legislativa del expresidente desde que se impuso en las primarias republicanas.

La gran y hermosa ley, como el propio Trump ha calificado a este proyecto, ha sido ratificado esta semana tras meses de intensas negociaciones en Washington.

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El Senado dio su aprobación definitiva el pasado miércoles por la mínima, con 51 votos a favor y 49 en contra. La Cámara de Representantes ya había validado el texto el martes anterior. El plan fiscal se convierte así en la primera gran reforma económica de esta legislatura.

Qué incluye el plan fiscal

La medida estrella del plan es una importante rebaja del impuesto de sociedades, que pasará del 21% al 15%. También reduce la carga fiscal para las rentas altas y propone una simplificación del sistema tributario federal, con solo tres tramos frente a los siete actuales.

Otras medidas, que han suscitado la polémica, incluyen la eliminación de ciertos beneficios fiscales para energías renovables, la supresión de programas federales de apoyo sanitario y educativo, y una bonificación fiscal adicional para familias numerosas. Además, el plan contempla la creación de zonas económicas especiales con incentivos fiscales para atraer inversión extranjera.

Desde el equipo económico de Trump se ha defendido que el plan impulsará el crecimiento, la inversión y la creación de empleo, al «liberar el potencial productivo de las empresas». En palabras del propio Trump: «Es un plan hermoso que devolverá a Estados Unidos su grandeza económica». Sin embargo, los demócratas y varios analistas advierten del posible impacto negativo en el déficit federal y en la financiación de servicios públicos.

«Este tipo de políticas benefician a los más ricos y debilitan los pilares del Estado», ha señalado Janet Yellen, exsecretaria del Tesoro. Según el Center on Budget and Policy Priorities, el recorte fiscal podría generar un agujero presupuestario de más de 1,5 billones de dólares en diez años.

La firma del plan este viernes no solo tiene un fuerte componente simbólico por coincidir con la fiesta nacional. También marca el inicio de una campaña que Trump quiere centrar en la economía, apuntando directamente al votante indeciso que teme una recesión.

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