El crédito vuelve a abrirse para quienes lo tenían más difícil.
El acceso a hipotecas ha mejorado en los primeros meses de 2025 para aquellos hogares que tradicionalmente encontraban mayores obstáculos para financiar la compra de vivienda, según el último informe del Banco de España sobre la situación financiera de hogares y empresas.
El supervisor atribuye esta mejora a la relajación de la política monetaria, que ha favorecido tanto la demanda como la concesión de crédito, especialmente en el segmento de vivienda habitual.
La edad media de los nuevos hipotecados ha descendido hasta los 40 años, siete meses menos que en el periodo de endurecimiento entre julio de 2022 y septiembre de 2023.
Además, la renta media de los barrios donde se conceden hipotecas ha bajado, lo que indica una apertura a perfiles con menor capacidad adquisitiva. El porcentaje de hipotecas con un único prestatario ha subido 2,4 puntos porcentuales, y el 63,95% de las hipotecas se firma ya a tipo fijo.
Pese a estas señales, el indicador de accesibilidad a la vivienda apenas ha subido 0,3 puntos, debido al encarecimiento del precio de la vivienda, que neutraliza las mejoras por renta o tipos de interés.
Menor carga financiera, mejor calidad del crédito
La carga financiera de los hogares se sitúa en el 2,4% de su renta disponible, dos décimas menos que a finales de 2024. El Banco de España prevé que este indicador siga bajando hasta el 2,1% en 2026. Además, los indicadores de vulnerabilidad están en niveles mínimos desde comienzos de siglo.
La demanda de hipotecas ha crecido con fuerza, impulsada por tipos más bajos, más confianza en el mercado inmobiliario y mayor optimismo de los consumidores. Aunque se ha concedido más crédito, la calidad del mismo ha mejorado: los préstamos dudosos bajaron un 6,4% y los créditos en vigilancia especial, un 12,3%.
La ratio de endeudamiento de las familias apenas varió y se sitúa en el 67,8% de la renta bruta disponible. En paralelo, la tasa de ahorro ha caído hasta el 12,8%, pero sigue por encima de los niveles históricos. La riqueza neta creció un 2,5%, gracias al repunte del valor de la vivienda y, en menor medida, de los activos financieros.
Las empresas mantienen la senda de reducción de deuda
En el caso empresarial, la ratio de endeudamiento se redujo al 62,6% del PIB, su nivel más bajo desde 2001. A pesar de una ligera subida del riesgo de impago en grandes empresas y sectores como construcción o servicios, el volumen de préstamos dudosos sigue cayendo: un 4,7% menos entre septiembre y marzo.
La demanda de crédito empresarial creció por cuarto trimestre consecutivo, y se espera que la tendencia continúe. Las condiciones de concesión se mantienen estables.