El nuevo mapa del emprendimiento español dibuja una brecha evidente entre los grandes polos tecnológicos y las regiones de menor tamaño.
Mientras Madrid y Cataluña concentran más de la mitad de las startups certificadas en Enisa, La Rioja es la región con menos, por detrás de Ceuta, con 8 startups desde el año 2023.
Una ratio de 2,6 startups por año, una cifra la sitúa muy por debajo de la densidad europea de emprendimiento.
Los datos proceden del Colegio de Registradores, que permite consultar qué sociedades figuran como empresas emergentes según la Ley 28/2022, más conocida como Ley de Startups, registradas a través de Enisa.

El mapa muestra con claridad un modelo concentrado en los grandes polos urbanos, donde se concentran la financiación, las incubadoras y la atracción de talento. Pese a su tamaño y potencial, La Rioja no está consiguiendo trasladar su modelo económico a la nueva economía digital.

Un distrito tech sin escuchar al sector
A diferencia de otras comunidades, La Rioja no cuenta con un hub tecnológico de vangardia ni con incubadoras especializadas en startups. El proyecto estrella del Gobierno de La Rioja, Tech Rioja, dista mucho de ser atractivo para la inversión y cuenta con el rechazo de buena parte del sector económico y empresarial.
«Está alejado de la realidad y demuestra un desconocimiento absoluto del modelo empresarial actual», asegura un reconocido empresario regional para The Officer.
Tampoco hemos podido identificar programas de atracción y retención de talento o incentivos fiscales propios que refuercen los previstos en la Ley de Startups, más allá del esfuerzo de promocionar La Rioja «como mejor región para emprender», pese a a ser la que menos emprende.

La peor tasa de emprendimiento
La semana pasada, saltaron todas las alarmas, luego de que el informe GEM de La Rioja 2024-2025 pronosticara un invierno emprendedor en la Comunidad autónoma, con la peor tasa de emprendimiento de su serie histórica. Esta cifra produce justo cuando se obtiene el mejor resultado nacional, fruto del momento vibrante del ecosistema emprendedor español.
Fuentes empresariales atribuyen la situación al «déficit de realidad, la displicencia y la inacción política de la Administración regional«, más centrado en la «cosmética emprendedora» que en la «formulación de políticas públicas de fomento».

Una Ley para las startups
La Ley de Startups, aprobada en diciembre de 2022, supuso el primer marco legal específico para el emprendimiento innovador en España. Su objetivo es facilitar la creación, consolidación y atracción de empresas emergentes, reduciendo trabas burocráticas y ofreciendo ventajas fiscales.
Entre las principales medidas destacan la rebaja del Impuesto de Sociedades al 15% durante los cuatro primeros ejercicios, la exención parcial en las stock options y una mayor deducción por inversión en startups, que incentiva la participación de business angels y fondos de capital riesgo.
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