Las ventas mundiales de Mercedes-Benz retrocedieron un 8% en el primer semestre, con un total de 1.076.300 unidades entre automóviles y furgonetas. La caída se concentró en los mercados de China y Estados Unidos, donde los aranceles frenaron la demanda.
La división Mercedes-Benz Cars cerró los seis primeros meses con 900.000 coches vendidos, lo que supone un descenso del 6% interanual. Las matriculaciones disminuyeron en China (–14%), EEUU (–6%) y Alemania (–2%).
«Vemos una buena demanda de los clientes en EEUU y Alemania, pero los aranceles influyeron en las cifras de ventas del segundo trimestre», explicó Mathias Geisen, director de Ventas del grupo.
Pese a las dificultades en los grandes mercados, Mercedes-Benz confía en el tirón de su gama eléctrica. El nuevo CLA eléctrico ha tenido una buena acogida en Europa, y su expansión internacional se prevé para los próximos meses.
La división de furgonetas Mercedes-Benz Vans acusó con fuerza el freno del comercio. Las ventas bajaron un 16%, hasta 176.300 unidades, con desplomes destacados en EEUU (–42%), China (–38%) y Europa (–11%).